¿Eres una de nuestras novias de invierno? Antes la estacionalidad de las bodas era mucho más evidente. Los novios preferían los meses más cálidos, y donde el clima acompañara, potenciando la temporada nupcial en los meses que van de marzo a septiembre. No obstante, en los últimos años y como consecuencia también del parón que impuso la pandemia por la Covid-19, las bodas se han extendido a casi todo el año. 

Esto plantea un escenario de lo más interesante, ya que las bodas de otoño e invierno tienen otro carácter, pero no por ello dejan de ser igual de especiales. Además en ciertas regiones, como por ejemplo nos pasa aquí en el sur, una tarde invernal se puede convertir en una buena opción también en cuanto a climatología se refiere. 

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